Leído por Luis Miranda
En el fondo del valle,
vetusta casa
nos presenta musgosas
escalinatas.
En el bosque sombrío,
mustias y raras,
como muertas pupilas
son sus ventanas.
Por los negros pasillos
que se enmarañan,
el oído acarician
breves palabras.
En su raro aposento
viven las hadas
y los antiguos seres
de la campaña.
Las ancianas cigüeñas
que en ella paran,
de los muertos señores
a veces hablan.
Por doquiera nos dicen,
las luces blancas,
el amor misterioso,
feliz que guardan.
O miramos señales
multiplicadas,
de la siempre escondida
suerte galana.
Y por eso los gratos
ensueños causa,
blanquecina y musgosa,
vetusta casa.
Del libro Poesías completas (2015)