Aprender a contar historias
No provenía de una familia literaria. En la casa de su infancia no había una biblioteca a la cual recurrir para satisfacer su curiosidad. Los libros no fueron los artífices de la profunda vocación que el investigador, traductor, profesor y poeta Odi Gonzáles desarrolló desde muy temprana edad. Tampoco fueron las lecturas, que recién a partir de los 8 años empezarían a nutrir su formación. Fueron las palabras.
La tradición oral quechua de su Cuzco natal desarrolló su concepción del mundo, un mundo entonces habitado por sirenas, aparecidos y almas en pena, por historias fantásticas, heroicas o inspiradoras, que fueron transmitidas de generación en generación desde tiempos remotos. Así, antes de leer historias, Odi aprendió a contarlas.
La oralidad ha sido el eje sobre el que ha gravitado la obra de este poeta cuzqueño que torció su destino de ingeniero industrial, carrera que llegó a completar, para entregarse a la poesía, su verdadera pasión. En 1992, desde su puesto de trabajo en una fábrica de cemento envió el manuscrito de su libro Valle Sagrado, con el que ganaría el premio de poesía César Vallejo y el de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Y su rumbo cambió. Estudió Literatura y procuró que la poesía se convirtiera en el centro de su existencia. Más tarde aplicó a una universidad en Maryland, Estados Unidos, donde realizó una maestría y un doctorado.
Así fue como se configuró la carrera de un poeta y estudioso de la tradición oral quechua. Con más de una decena de libros publicados, como Almas en pena (1998), Tunupa / El libro de las sirenas (2002), La escuela de Cusco (2005), Avenida sol / Greenwich Village (2009) y Ciudad [c]oral (2017), entre otros libros a los que se suman sus ensayos e investigaciones, Odi Gonzáles también ha creado un libro-CD de testimonios, Walaycho Qorilazo. Memoria oral quechua en los Andes, que le tomó alrededor de 7 años completar.
Dedicado desde hace más de 25 años a la “investigación sobre las categorías culturales andinas y los aspectos gramaticales, semánticos y lexicográficos relacionados con el quechua”, Odi es, desde 2008, profesor de la New York University. Y es en las calles de esta ciudad estimulante y ruidosa donde Odi recuerda las historias que le enseñaron a contar y que reproduce, pero, sobre todo, reinventa sin saber, o quizás sabiendo, que gracias a su voz se mantiene viva una lengua en peligro de extinción.
Odi Gonzáles (Cusco, 1962)