El intelectual que no aprendió a cocinar
Cuando Pedro Cateriano Delgado asistió al International Writing Program de la Universidad de Iowa con la idea de desarrollar un nuevo poemario no se imaginó que la beca le traería una sorpresa: iniciarse en el mundo de la cocina. En efecto, toda una vida dedicada a las letras y la cultura lo mantuvo alejado de los quehaceres domésticos. Podía debatir en la biblioteca de su casa durante horas con su amigo, el también poeta Juan Ríos, acerca de los movimientos vanguardistas de la época, pero era incapaz de freír un filete.
Así es como dos de sus tres hijos (Pablo y Pedro Cateriano) recuerdan al padre, como un hombre esencialmente entregado al conocimiento. Fue periodista: trabajó en El Dominical de El Comercio y dirigió la página cultural del diario La Prensa. Posteriormente, la International Petroleum Company (IPC) lo contrató para formar parte de su unidad de Relaciones Públicas. Es así como se mudó con toda la familia a Talara a trabajar en el campamento base, en Punta Arenas, donde nació tu tercer hijo (Diego). Pasados los años asumió la gerencia de RR.PP. de Petroperú, compañía que no lo alejó de la vida cultural. Por el contrario, desde ese puesto promovió la pintura y escultura nacionales en sus salas de arte y creó los más antiguos e importantes concursos de cuento y poesía del país: los prestigiosos Premio Copé de Poesía y Premio Copé de Cuento. Desde entonces ha formado parte de todos los jurados.
Pedro Cateriano está abocado hoy a escribir obras de teatro. Tiene, sin embargo, seis poemarios publicados: La siesta del haragán y otras indiscreciones (1978), Más amigo de Platón (1979), El demente imperturbable (1982), Más bien a mi favor (1986), Suma Tecnológica (1990) y Secretamente metafísico (1992).
Su disciplina es inquebrantable. Aún hoy, aunque disfruta de su jubilación, dedica cuatro horas a la lectura y cuatro a la escritura. Es una persona reservada y sencilla, un humanista entregado al crecimiento de su espíritu y a la promoción de actividades culturales. Eso sí, no le pidan nunca que vuelva a cocinar.
Pedro Cateriano Delgado (Arequipa, 15 de junio de 1927 - 18 de agosto de 2021)